La muerte de un guerrero
Segunda Guerra Mundial. Marros se levantó mirando el cielo. Pensó que estaba soñando pero al ver el campo de batalla vio la realidad.
Algo brilló en medio del mismo. Era como una luz . Se dirigió con su fusil al lugar, tomando las precauciones del caso. Al arribar se percató de que había un niño que paseaba sin problemas. Gritó:
-¡Niño, sal de ahí, pueden herirte!
El niño levantó su cara sencilla y sonriente y dijo:
-¿Por qué? No he hecho nada malo, sólo ayudo a los muertos.
-¿Cómo puedes ayudarlos si están muertos?
-Ah, ¿si lo estuvieras lo sabrías?
Marros se quedó pensativo. Dijo:
-Tú eres un ángel.
Y el niño, sonriente, respondió:
- ¿Ves? Ya sabes cómo ayudo a los muertos.
Claudio Fabio Tonelli
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