Me desperté paloma,
pensando que soñaba.
El cazador se acercó,
pensando que dormía,
arrullada, en la rama.
Y, mientras, azorada,
humana, lo miraba,
me acarició las alas
dormidas, en la
almohada.
7/2007
GABRIELA COCCHI DE SANTIS
No hay comentarios:
Publicar un comentario